El temporal de lluvias y las nevadas se traducen en una enorme recogida de agua.
Las persistentes lluvias que se han producido en los meses de diciembre y enero, acompañadas de tres nevadas, se han traducido en una enorme recogida de agua en nuestros embalses y una gran cantidad del preciado líquido sobre nuestros campos.
Del mismo modo ese agua caída ha hecho que se detenga por completo la recogida de la aceituna. Aunque la lluvia esta siendo muy beneficiosa para las olivas, y los agricultores las están recibiendo con satisfacción, ya se va notando cierta intranquilidad en el sector, ya que los jornaleros, sobre todo los que no son de la zona, se encuentran parados y los jornales no se están dando.
Aún no se habla de perdidas en la aceituna, pero sin lugar a dudas una parte del fruto será más difícil recolectarla al haberse caído al suelo por el viento y la lluvia, y otra parte se perderá al hincarse en el barro. Ahora los agricultores y jornaleros tendrán que esperar a que deje de llover y que la tierra se seque lo suficiente como para poder trabajar en el campo. Aunque en algunas zonas tendrá que pasar muchos días para que se pueda acceder a ellas.
En el presente año agrícola llevamos ya alrededor de 560 l. recogidos
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