martes, 8 de octubre de 2013

Consejos para hacer un buen logotipo

Antes de empezar a diseñar nuestro logo tenemos que tener clara una serie de conceptos. Debemos diferenciar entre logotipo, isotipo, imagotipo e isologo. Si nuestra intención es realizar un logotipo tenemos que saber que sólo es correcto si utilizamos palabras, es decir, que sería tipográfico. Ahora bien, ese logotipo podemos acompañarlo con un icono o símbolo, que puede ser reconocible si queda aislado del texto que lo acompaña. Este símbolo se define como isotipo. La suma de logotipo e isotipo da como resultado una imagen icónica acompañada de un texto. En este caso estaríamos hablando de imagotipo. Por último podemos encontrarnos con ejemplos en los que el texto se integre en el propio isotipo conformando un todo indivisible al que llamamos isologo. Una vez aprendida esta primera lección vamos a ver una serie de consejos para realizar nuestro logo. Preguntas: Antes de ponerte a diseñar piensa en tu negocio y podrás saber por qué lo necesitas, a qué tipo de público va dirigido o cuál es su objetivo. Es clave que el cliente evalúe estas cuestiones y las comunique al diseñador con el fin de encaminar el trabajo desde el principio. Llamativo y atractivo: Piensa que tu logo va a tener que diferenciarse de la competencia, o lo que es lo mismo, en un sólo golpe de vista tiene que conseguir seducir más que el resto. Si consigues esto, habrás dado un paso importante para consolidarte como marca. Sencillo: La sencillez (mejor que simplicidad) nos va a ayudar a que el logo sea más fácil de recordar. Los detalles superflúos o innecesarios no suelen ser recordados. Este hecho lo podemos observar en la evolución que han llevado a cabo grandes marcas como Pepsi, Starbucks o Shell. Color: Hay que tener en cuenta que nuestra imagen puede ser reproducida en diferentes superficies y con diferentes colores en función de éstas. No es lo mismo imprimir en papel algo en blanco y negro que una imagen a todo color en una macrovalla. Aún así nuestro logo debe ser reconocible. De hecho, en muchas ocasiones sólo basta el nombre de un color para asociarlo con una marca, siendo este el caso de la cervecera holandesa Heineken con su eslogan “Piensa en verde”. Versátil: Como hemos dicho podemos encontrar un logo en varios formatos, superficies, aplicaciones, etc. Por tanto habría que evaluar su versatilidad. En este sentido es interesante realizar versiones en horizontal y vertical, ver el tamaño mínimo con el que puede funcionar o comprobar con qué colores queda mejor y sobre qué superficies. Estas premisas nos ayudarán a descartar soluciones que sean del todo adecuadas. A-temporalidad: Un buen logo debe estar por encima de las modas y sus cambios. Debe ser a-temporal. Aunque es normal que haya cierta evolución a lo largo de los años, si conseguimos que nuestra imagen perdure durante un periodo de tiempo largo, habremos acertado. Relación con el público objetivo: Es importante que el logo represente la actividad que realiza tu negocio, aunque tampoco es obligatorio. Puede ser interesante dejar esta tarea al público y que sean ellos lo que busquen una interpretación de la imagen. Los mensajes “ocultos” favorecen la interacción entre marca y público. Ahora es el momento de ponerse manos a la obra. No te vamos a decir que uses un cuadrado o un círculo para tu logo, ni que sea rojo o verde. Con estas notas pretendemos fomentar tu creatividad y que te animes a diseñar la imagen de tu empresa. Si no lo consigues, recuerda que siempre habrá profesionales a los que puedas acudir. Fuente: Antes de empezar a diseñar nuestro logo tenemos que tener clara una serie de conceptos. Debemos diferenciar entre logotipo, isotipo, imagotipo e isologo. Si nuestra intención es realizar un logotipo tenemos que saber que sólo es correcto si utilizamos palabras, es decir, que sería tipográfico. Ahora bien, ese logotipo podemos acompañarlo con un icono o símbolo, que puede ser reconocible si queda aislado del texto que lo acompaña. Este símbolo se define como isotipo. La suma de logotipo e isotipo da como resultado una imagen icónica acompañada de un texto. En este caso estaríamos hablando de imagotipo. Por último podemos encontrarnos con ejemplos en los que el texto se integre en el propio isotipo conformando un todo indivisible al que llamamos isologo. imagenpost Una vez aprendida esta primera lección vamos a ver una serie de consejos para realizar nuestro logo. Preguntas: Antes de ponerte a diseñar piensa en tu negocio y podrás saber por qué lo necesitas, a qué tipo de público va dirigido o cuál es su objetivo. Es clave que el cliente evalúe estas cuestiones y las comunique al diseñador con el fin de encaminar el trabajo desde el principio. Llamativo y atractivo: Piensa que tu logo va a tener que diferenciarse de la competencia, o lo que es lo mismo, en un sólo golpe de vista tiene que conseguir seducir más que el resto. Si consigues esto, habrás dado un paso importante para consolidarte como marca. Sencillo: La sencillez (mejor que simplicidad) nos va a ayudar a que el logo sea más fácil de recordar. Los detalles superflúos o innecesarios no suelen ser recordados. Este hecho lo podemos observar en la evolución que han llevado a cabo grandes marcas como Pepsi, Starbucks o Shell. Color: Hay que tener en cuenta que nuestra imagen puede ser reproducida en diferentes superficies y con diferentes colores en función de éstas. No es lo mismo imprimir en papel algo en blanco y negro que una imagen a todo color en una macrovalla. Aún así nuestro logo debe ser reconocible. De hecho, en muchas ocasiones sólo basta el nombre de un color para asociarlo con una marca, siendo este el caso de la cervecera holandesa Heineken con su eslogan “Piensa en verde”. Versátil: Como hemos dicho podemos encontrar un logo en varios formatos, superficies, aplicaciones, etc. Por tanto habría que evaluar su versatilidad. En este sentido es interesante realizar versiones en horizontal y vertical, ver el tamaño mínimo con el que puede funcionar o comprobar con qué colores queda mejor y sobre qué superficies. Estas premisas nos ayudarán a descartar soluciones que sean del todo adecuadas. A-temporalidad: Un buen logo debe estar por encima de las modas y sus cambios. Debe ser a-temporal. Aunque es normal que haya cierta evolución a lo largo de los años, si conseguimos que nuestra imagen perdure durante un periodo de tiempo largo, habremos acertado. Relación con el público objetivo: Es importante que el logo represente la actividad que realiza tu negocio, aunque tampoco es obligatorio. Puede ser interesante dejar esta tarea al público y que sean ellos lo que busquen una interpretación de la imagen. Los mensajes “ocultos” favorecen la interacción entre marca y público. Ahora es el momento de ponerse manos a la obra. No te vamos a decir que uses un cuadrado o un círculo para tu logo, ni que sea rojo o verde. Con estas notas pretendemos fomentar tu creatividad y que te animes a diseñar la imagen de tu empresa. Si no lo consigues, recuerda que siempre habrá profesionales a los que puedas acudir. Fuente: Antes de empezar a diseñar nuestro logo tenemos que tener clara una serie de conceptos. Debemos diferenciar entre logotipo, isotipo, imagotipo e isologo. Si nuestra intención es realizar un logotipo tenemos que saber que sólo es correcto si utilizamos palabras, es decir, que sería tipográfico. Ahora bien, ese logotipo podemos acompañarlo con un icono o símbolo, que puede ser reconocible si queda aislado del texto que lo acompaña. Este símbolo se define como isotipo. La suma de logotipo e isotipo da como resultado una imagen icónica acompañada de un texto. En este caso estaríamos hablando de imagotipo. Por último podemos encontrarnos con ejemplos en los que el texto se integre en el propio isotipo conformando un todo indivisible al que llamamos isologo. imagenpost Una vez aprendida esta primera lección vamos a ver una serie de consejos para realizar nuestro logo. Preguntas: Antes de ponerte a diseñar piensa en tu negocio y podrás saber por qué lo necesitas, a qué tipo de público va dirigido o cuál es su objetivo. Es clave que el cliente evalúe estas cuestiones y las comunique al diseñador con el fin de encaminar el trabajo desde el principio. Llamativo y atractivo: Piensa que tu logo va a tener que diferenciarse de la competencia, o lo que es lo mismo, en un sólo golpe de vista tiene que conseguir seducir más que el resto. Si consigues esto, habrás dado un paso importante para consolidarte como marca. Sencillo: La sencillez (mejor que simplicidad) nos va a ayudar a que el logo sea más fácil de recordar. Los detalles superflúos o innecesarios no suelen ser recordados. Este hecho lo podemos observar en la evolución que han llevado a cabo grandes marcas como Pepsi, Starbucks o Shell. Color: Hay que tener en cuenta que nuestra imagen puede ser reproducida en diferentes superficies y con diferentes colores en función de éstas. No es lo mismo imprimir en papel algo en blanco y negro que una imagen a todo color en una macrovalla. Aún así nuestro logo debe ser reconocible. De hecho, en muchas ocasiones sólo basta el nombre de un color para asociarlo con una marca, siendo este el caso de la cervecera holandesa Heineken con su eslogan “Piensa en verde”. Versátil: Como hemos dicho podemos encontrar un logo en varios formatos, superficies, aplicaciones, etc. Por tanto habría que evaluar su versatilidad. En este sentido es interesante realizar versiones en horizontal y vertical, ver el tamaño mínimo con el que puede funcionar o comprobar con qué colores queda mejor y sobre qué superficies. Estas premisas nos ayudarán a descartar soluciones que sean del todo adecuadas. A-temporalidad: Un buen logo debe estar por encima de las modas y sus cambios. Debe ser a-temporal. Aunque es normal que haya cierta evolución a lo largo de los años, si conseguimos que nuestra imagen perdure durante un periodo de tiempo largo, habremos acertado. Relación con el público objetivo: Es importante que el logo represente la actividad que realiza tu negocio, aunque tampoco es obligatorio. Puede ser interesante dejar esta tarea al público y que sean ellos lo que busquen una interpretación de la imagen. Los mensajes “ocultos” favorecen la interacción entre marca y público. Ahora es el momento de ponerse manos a la obra. No te vamos a decir que uses un cuadrado o un círculo para tu logo, ni que sea rojo o verde. Con estas notas pretendemos fomentar tu creatividad y que te animes a diseñar la imagen de tu empresa. Si no lo consigues, recuerda que siempre habrá profesionales a los que puedas acudir. Fuente: http://blog.guadalinfo.es/2013/10/04/consejos-para-hacer-un-buen-logotipo/

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